El Tribunal Federal de Mar del Plata empezó a juzgar al acusado de ser el líder de la banda narco que intentó ingresar 2802 kilos de marihuana proveniente de Paraguay a Mar del Plata. También juzgan a Guillermina Cerviño, quien trabajaba en el Registro de la Propiedad Automotor de Tandil y habría sido clave para las maniobras de la organización.
El Tribunal Federal de Mar del Plata empezó a juzgar a Hugo “Coco” Esteban, acusado de ser el líder de la banda narco que intentó ingresar 2802 kilos de marihuana proveniente de Paraguay a Mar del Plata, y a Guillermina Cerviño, quien trabajaba en el Registro de la Propiedad Automotor de Tandil y habría sido clave para las maniobras de la organización.
“Coco” Esteban ha sido señalada como uno de los “cabecillas” de la banda tras el operativo “Marea Verde” y para el Ministerio Público Fiscal es quien principalmente financiaba la adquisición de la droga, por medio de su negocio de compra y venta de autos en Mar del Plata. Esteban está acusado de los delitos de falsedad ideológica documental en concurso ideal con transporte de estupefacientes y con la organización y financiación de transporte de estupefacientes.
También es juzgada, pero como partícipe necesaria por esos delitos, Guillermina Cerviño, quien se desempañaba como trabajadora del Registro de la Propiedad Automotor de Tandil y se encuentra detenida desde el 2021 en el penal federal de Ezeiza.
La investigación estuvo a cargo de la fiscal Laura Mazzafferi y durante el debate, en la acusación, está el fiscal general Juan Manuel Pettigiani y el fiscal Carlos Fioriti. El Tribunal Oral contará con sus nuevos integrantes, Martín Luciano Poderti y Roberto Fernando Minguillón, y la defensa de Esteban estará a cargo de los abogados César Sivo y Romina Merino.
Las audiencias se realizarán cada martes y la duración del debate dependerá en gran medida si se incorpora por lectura muchas de las declaraciones del juicio hecho al resto de la banda en 2019 o si se deben reproducir nuevamente, tal como pretende la fiscalía.
En esta primera audiencia, la fiscalía expuso la teoría del caso y remarcó la gravedad de que Esteban y Cerviño hayan estado prófugos de la Justicia, ya que eso “generó un gastó exorbitante al Estado porque decidieron mantenerse ocultos del sistema judicial, mientras que el resto de los integrantes de la banda ya habían sido juzgados y condenados en 2019”.
“Si no se hubiesen mantenidos ajenos al proceso, la situación judicial de ellos estaría ya resuelta, esa estrategia procesal choca con la garantía procesal de que dé en un tiempo razonable”, explicó una fuente de la fiscalía consultada por LA CAPITAL.
El juicio continuará el próximo martes, con una audiencia de evacuación de pruebas.
Cabe recordar que Esteban había estado prófugo desde 2015 al 2019, cuando finalmente fue detenido en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos. También afrontará en poco tiempo más un juicio por lavado de activos provenientes del narcotráfico en la mediática causa conocida como “Lavado Total”, aquella en la que fueron exhibidos en Punta Mogotes cerca de 240 vehículos secuestrados, en su mayoría, a integrantes de la comunidad gitana en Mar del Plata.
Una organización narco
Para la Justicia, “Coco” Esteban conformó una organización dedicada al tráfico internacional y nacional de estupefacientes, que contaba con sus propias fuentes de financiamiento, logística y ámbitos de distribución. Esta red, además, tenía contactos con otras organizaciones o personas dedicadas a la distribución de estupefacientes.
Según la investigación, los acusados habían planeado adquirir un camión Scania, el que en su caja contaba con un doble fondo, para poder ocultar casi tres toneladas de marihuana adquirida en Paraguay, a través de un contacto en ese país llamado Elvio “Pasión” Peralta.
El plan era “simple”. El camión Scania patente TBJ438 partiría desde Mar del Plata con papas hacia Misiones con la intención de dejar un antecedente de comercio legal, pero en realidad lo que se buscaba era llegar hasta aquella provincia para guardar en el doble fondo los 2802 kilos de marihuana comprados en Paraguay y traerlos a Mar del Plata.
Con respecto al camión, adquirido por Esteban, habían realizado todos los trámites registrales, para los que utilizaron documentación apócrifa, para que de ese modo se pudieran disimular sus verdaderos propietarios y dar un viso de legalidad a quienes luego lo manejarían, y así poder sortear con éxito los eventuales controles de las fuerzas de seguridad. El vehículo, de esta manera, había quedado a nombre del padre de Cerviño, sin que él hubiese firmado nunca nada, para que lo manejaran Miguel Wekkesser y Miguel Rivadavia.
Así fue como la organización liderada por Esteban compró 2802 kilos de marihuana proveniente de Paraguay, acondicionada en panes que pesaban entre 600 y 800 gramos, y la escondieron en un doble fondo del camión Scania.
El objetivo se vio frustrado, ya que las personas que iban a trasladar la marihuana desde Wanda, Misiones, hasta Mar del Plata decidieron no hacerlo, por considerar que era deficiente el método utilizado para ocultar la droga, concretamente el mal acondicionamiento del doble fondo con el que contaba la caja del camión. Por eso Wekkesser y Rivadavia abandonaron la carga y se fueron en ómnibus a Mar del Plata.
El camión fue interceptado el 23 de agosto de 2015 en la localidad de Wanda, mientras paralelamente la policía seguía a los hombres de la organización narco que volvían a Mar del Plata, donde fueron detenidos.
A Hugo Esteben se le endilgó el haber planeado la compra de la marihuana en la frontera entre Misiones y Paraguay para luego introducir los 2802 kilos de marihuana en el camión Scania. Para la Justicia, “Coco” fue quien desplegó la inteligencia operativa para que se acondicionara el camión y para facilitar la apariencia física de las respectivas documentaciones falsificadas. Junto a Cerviño llevaron a cabo los trámites registrales mediante la utilización de documentación falsificada.